Divas: Nadia Hamdi
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Nadia Hamdi, originalmente llamada Aisha Ali Mohamed Mahmoud, nació dentro de una familia de respetados músicos y bailarines. Su abuelo tocaba el Kanun, su tía y abuela aprendieron Shamadan de Zouba el Klobatiyya y Shafiyya el Koptiyya donde fué celebrado en la calle Mohammad Ali como los origenes del Shamadan. Ella por su cuenta estudió Shamadan con la bien conocida bailarina Nesla Al Adel.
Desde temprana edad exhibió un talento entusiasta por la danza. Empezó a acompañar a su abuelo a bodas y su abuela comenzó a enseñarle a tocar Sagat y a balancear Assaya y Shamadan tan bien como los performances de Nadia, ahora famosos splits. En un punto en su temprana juventud, cuando su familia atravesaba duros problemas económicos, Nadia bailó cada noche con sus otras parientes femeninas para ayudar a su familia. Estas últimas noches llevaron a cabo un alto coste en su educación, después de quedarse dormida en clases un día, fué descubierta por su estricto y conservador profesor que tenía rastros de lápiz labial en su rostro. Fué tan humillante que la pobre Nadia nunca regresó a la escuela.
Encontrándose aún en su adolescencia y sin importar las acusaciones impropias de su profesor, Nadia fué respetablemente comprometida con Salah Mohamed. Salah era también de una familia altamente respetada de músicos y él mismo era bailarin y coreógrafo. Fué Salah quien le dió su extremadamente pesado candelabro. Él mismo lo hizo, un Shamadan tan único y hermoso como lo era Nadia.
Nadia y Salah presentaron por un tiempo un espectáculo en trío con Mona, una de sus cuatro hermanas. Sus otras tres hermanas ya habían seguido la tradición y se retiraron para dar a luz, asi fué como por las presiones de la maternidad Mona tampoco tardó en retirarse también. Nadia y Salah tenían más ambición y talento que el resto de sus familias. Después de su matrimonio, Salah y Nadia se restringieron ellos mismos a sólo un niño, su amado hijo llamado Mohamed.
Finalmente en 1981, luego de muchas ofertas de contrato, Nadia convenció a Salah que la dejara presentarse en hoteles cinco estrellas del Cairo como el Heliopolis Sheraton y el Nile Hilton. La belleza innata de su alma se había mostrado a través de su danza desde sus inicios, tenía el éxito garantizado, las audiencias del Cairo no habían sido tocadas de esa manera en años, Nadia simplemente bailó alegremente en ese cuarto. Con Salah coreografiando sus bailes y arreglando música especial para ella, ésta apuesta y exitosa pareja dedico sus próximos siete años a presentarse siete noches a la semana. No sólo bailó en los mejores hoteles del Cairo sino fué también filmada para muchas peliculas así como para televisión, se convirtió en una especie de estrella.
Tristemente en 1988, su madre fué diagnosticada con cáncer y aunque hizo su mejor esfuerzo, murio. Todos sus ahorros fueron dados en furtivas operaciones para su madre, quien siempre la había apoyado y entusiasmado, aún así la perdió. Nadia tomó consuelo en su memoria y de su mutuo amor por la danza.
El fundamentalismo religioso estubo en aunge en Egipto por aquellos tiempos y Nadia fue puesta bajo fuerte presión para que se retirara de los performances públicos. Su hijo Mohamed, la luz de su vida, fue acosado sin piedasd mientras él estaba en la Universidad de la Música, dónde estudiaba Ópera y Órgano. Un temeroso Salah y otras bailarinas quienes se habían retirado y comenzaron a usar de nuevo el velo, una adherencia fundamentalista acosó a Nadia personalmente. Ella finalmente capitulo y luego de obtener su licencia de danza en 1.993, se retiró de los performances y adoptó el vestido islámico conservador o Hegab.
Una de sus más grandes fans fue Morocco de New York, quien por primera vez había visto a Nadia en 1.972 en una boda en el Nile Hilton. Morocco (Carolina Varga Dinicu) se ha realizado y enseñado en los Estados Unidos, Europa, Marruecos, Canadá, Israel y Egipto y es la directora del 'Casbah Dance Experience'. Después de que varios años que buscaba en sus visitas de vuelta a Egipto, Morocco pudiera eventualmente encontrarse y bailar con Nadia, surgió una amistad sólida que ha durado años. Morocco paso varios años animando a Nadia a enseñar, pero ella siempre se nego. El tiempo parecía propicio para animar otra vez a Nadia a enseñar e inesperadamente Nadia y Salah convinieron. Nadia descubrió un talento natural en ella para enseñar y con su personalidad feliz era rápidamente popular y bien amada.
Era inevitable que a través de Morocco, con un talento para hacer que sucedan las cosas (llamado trabajo duro y determinación) Nadia emprendería viaje a un seminario Americano. Salah era comprensible y callado, pero fue convencido después por Morocco prometiéndo que Nadia no iria sóla.
Después de que muchas dificultades burocráticas Nadia y Salah dejaran por primera vez su tierra desde su unión y viajaran a una lengua del país extraño, que ella poco entendía y cuya cultura era infame. Aunque Nadia pudo haber temido cómo la tratarían en América, ella dejó una impresión indeleble. ¡Una impresión tan grande, le han pedido volver cada año desde entonces afortunadamente para ella y nosotros!
Vean su video aquí..
"Una profesional debe primero amar su profesión; la fama siempre toma cuidado por ella misma. Cuando danzo, yo puedo sentir el calor y amor del público, cuando ellos aplauden con la música así. Eso me dá toda la energía que necesito." - Nadia.
Nadia Hamdi, originalmente llamada Aisha Ali Mohamed Mahmoud, nació dentro de una familia de respetados músicos y bailarines. Su abuelo tocaba el Kanun, su tía y abuela aprendieron Shamadan de Zouba el Klobatiyya y Shafiyya el Koptiyya donde fué celebrado en la calle Mohammad Ali como los origenes del Shamadan. Ella por su cuenta estudió Shamadan con la bien conocida bailarina Nesla Al Adel.Desde temprana edad exhibió un talento entusiasta por la danza. Empezó a acompañar a su abuelo a bodas y su abuela comenzó a enseñarle a tocar Sagat y a balancear Assaya y Shamadan tan bien como los performances de Nadia, ahora famosos splits. En un punto en su temprana juventud, cuando su familia atravesaba duros problemas económicos, Nadia bailó cada noche con sus otras parientes femeninas para ayudar a su familia. Estas últimas noches llevaron a cabo un alto coste en su educación, después de quedarse dormida en clases un día, fué descubierta por su estricto y conservador profesor que tenía rastros de lápiz labial en su rostro. Fué tan humillante que la pobre Nadia nunca regresó a la escuela.
Encontrándose aún en su adolescencia y sin importar las acusaciones impropias de su profesor, Nadia fué respetablemente comprometida con Salah Mohamed. Salah era también de una familia altamente respetada de músicos y él mismo era bailarin y coreógrafo. Fué Salah quien le dió su extremadamente pesado candelabro. Él mismo lo hizo, un Shamadan tan único y hermoso como lo era Nadia.
Nadia y Salah presentaron por un tiempo un espectáculo en trío con Mona, una de sus cuatro hermanas. Sus otras tres hermanas ya habían seguido la tradición y se retiraron para dar a luz, asi fué como por las presiones de la maternidad Mona tampoco tardó en retirarse también. Nadia y Salah tenían más ambición y talento que el resto de sus familias. Después de su matrimonio, Salah y Nadia se restringieron ellos mismos a sólo un niño, su amado hijo llamado Mohamed.
Finalmente en 1981, luego de muchas ofertas de contrato, Nadia convenció a Salah que la dejara presentarse en hoteles cinco estrellas del Cairo como el Heliopolis Sheraton y el Nile Hilton. La belleza innata de su alma se había mostrado a través de su danza desde sus inicios, tenía el éxito garantizado, las audiencias del Cairo no habían sido tocadas de esa manera en años, Nadia simplemente bailó alegremente en ese cuarto. Con Salah coreografiando sus bailes y arreglando música especial para ella, ésta apuesta y exitosa pareja dedico sus próximos siete años a presentarse siete noches a la semana. No sólo bailó en los mejores hoteles del Cairo sino fué también filmada para muchas peliculas así como para televisión, se convirtió en una especie de estrella.Tristemente en 1988, su madre fué diagnosticada con cáncer y aunque hizo su mejor esfuerzo, murio. Todos sus ahorros fueron dados en furtivas operaciones para su madre, quien siempre la había apoyado y entusiasmado, aún así la perdió. Nadia tomó consuelo en su memoria y de su mutuo amor por la danza.
El fundamentalismo religioso estubo en aunge en Egipto por aquellos tiempos y Nadia fue puesta bajo fuerte presión para que se retirara de los performances públicos. Su hijo Mohamed, la luz de su vida, fue acosado sin piedasd mientras él estaba en la Universidad de la Música, dónde estudiaba Ópera y Órgano. Un temeroso Salah y otras bailarinas quienes se habían retirado y comenzaron a usar de nuevo el velo, una adherencia fundamentalista acosó a Nadia personalmente. Ella finalmente capitulo y luego de obtener su licencia de danza en 1.993, se retiró de los performances y adoptó el vestido islámico conservador o Hegab.
Una de sus más grandes fans fue Morocco de New York, quien por primera vez había visto a Nadia en 1.972 en una boda en el Nile Hilton. Morocco (Carolina Varga Dinicu) se ha realizado y enseñado en los Estados Unidos, Europa, Marruecos, Canadá, Israel y Egipto y es la directora del 'Casbah Dance Experience'. Después de que varios años que buscaba en sus visitas de vuelta a Egipto, Morocco pudiera eventualmente encontrarse y bailar con Nadia, surgió una amistad sólida que ha durado años. Morocco paso varios años animando a Nadia a enseñar, pero ella siempre se nego. El tiempo parecía propicio para animar otra vez a Nadia a enseñar e inesperadamente Nadia y Salah convinieron. Nadia descubrió un talento natural en ella para enseñar y con su personalidad feliz era rápidamente popular y bien amada.
Era inevitable que a través de Morocco, con un talento para hacer que sucedan las cosas (llamado trabajo duro y determinación) Nadia emprendería viaje a un seminario Americano. Salah era comprensible y callado, pero fue convencido después por Morocco prometiéndo que Nadia no iria sóla.
Después de que muchas dificultades burocráticas Nadia y Salah dejaran por primera vez su tierra desde su unión y viajaran a una lengua del país extraño, que ella poco entendía y cuya cultura era infame. Aunque Nadia pudo haber temido cómo la tratarían en América, ella dejó una impresión indeleble. ¡Una impresión tan grande, le han pedido volver cada año desde entonces afortunadamente para ella y nosotros!
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