Divas: Nagwa Fouad
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De padre egipcio y madre palestina, nace Awatef Mohammed El Agamy, que más tarde se haría llamar Nagwa Fouad. Su madre murió al poco tiempo de su nacimiento y su padre rápidamente se casó con otra mujer, eso de un hombre estar cuidando a un bebé en Egipto en aquella época no se hacía. Lo cierto es que congeniaron al instante, poco importaba los genes o la sangre.
A los 9 años, su casa fue atacada por bandas Sionistas. Su padre contactó a su familia en Alexandría para que ella y la madre vivieran allá, pero los judíos tomaron por completo la ciudad y ella y su madre, como muchos otros, fueron enviados al campamento de refugiados Al-Arish. Luego de unos meses, logran contactar a su padre en Alejandría, viven un tiempo ahí, pero no les gustó que el padre se hubiera casado nuevamente y se mudaron a El Cairo. Pudieron sobrevivir por ellas mismas y extremadamente unidas, relación que se mantuvo a lo largo de su carrera.
A los 14, Nagwa consiguió trabajo como recepcionista telefónica en las oficinas pertenecientes a un hombre llamado Orabi, él era un agente de bailarines, actores y cantantes. Cuando la vió bailar, la convenció para que rentara un traje y probara bailar en un escenario. Éste fué el inicio de su camino a la fama. Orabi le consiguió que bailara en The Sahara City, una gran carpa no muy lejos de las Pirámides. Éste sitio era realmente conocido por shows de bailadores Sufi, comediantes y acróbatas. Su único problema era que tenía sólo 14 años, por suerte ante los oficiales, ella aparecía como de 16, mínima edad legal para bailarinas profesionales de aquella época.
A los 20, se casó con Ahmed Fouad Hassan, famoso músico y director de orquesta con innumerables contactos en ese campo. A pesar de ser 17 años mayor a ella, le enseñó lo necesario para que asegurara su fama. Gracias a él, Nagwa tuvo la oportunidad de estudiar folklore con profesores rusos en la National Dance Troupe. Ésta influencia le diferenció de muchas otras bailarinas, estaba llena de energía y de originales movimientos propios. Estuvo tan dedicada a la danza, que rechazó tener un bebé con Ahmed, lo que llevó a su divorcio luego de 6 años.
Su primera incursión en la actuación fue en el cine, su primera película en 1957, pero su real suceso fué "Sharei El Hob" (La Calle del Amor). Se hizo amiga de Abdel Halim Hafez, cantante y una estrellas más grandes en Egipto para la época. Nagwa se presentó como bailarina estrella en todas sus presentaciones y su fama siguió creciendo. Formó su propio troupe de 12 bailarines, con los que abría los shows de Abdel Halim, además de hacer giras por los países árabes.
La cúspide de su carrera estaba por llegar: En 1976 Mohamed Abdel-Warab, músico, compuso una pieza especial sólo para ella, llamada Qamar Araba'tachar (Luna Llena), su danza con ésta pieza rompió los límites en el bellydance y llenó de escepticismo y entretenimiento. Confesó tomar influencias Tahia Carioca y Samia Gamal y convertirlas en dramáticas piezas.
Llegó a ser conocida alrededor del mundo, el Secretario de Estado para aquel entonces Henry Kissinger y hasta el propio Presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, siempre pedían verla bailar mientras estaban en Egipto. Durante su carrera actuó en más de 100 películas y bailó en más de 250 oportunidades. Es una de la pocas bailarinas de su generación que no se ha retirado aún.
De padre egipcio y madre palestina, nace Awatef Mohammed El Agamy, que más tarde se haría llamar Nagwa Fouad. Su madre murió al poco tiempo de su nacimiento y su padre rápidamente se casó con otra mujer, eso de un hombre estar cuidando a un bebé en Egipto en aquella época no se hacía. Lo cierto es que congeniaron al instante, poco importaba los genes o la sangre.
A los 9 años, su casa fue atacada por bandas Sionistas. Su padre contactó a su familia en Alexandría para que ella y la madre vivieran allá, pero los judíos tomaron por completo la ciudad y ella y su madre, como muchos otros, fueron enviados al campamento de refugiados Al-Arish. Luego de unos meses, logran contactar a su padre en Alejandría, viven un tiempo ahí, pero no les gustó que el padre se hubiera casado nuevamente y se mudaron a El Cairo. Pudieron sobrevivir por ellas mismas y extremadamente unidas, relación que se mantuvo a lo largo de su carrera.
A los 14, Nagwa consiguió trabajo como recepcionista telefónica en las oficinas pertenecientes a un hombre llamado Orabi, él era un agente de bailarines, actores y cantantes. Cuando la vió bailar, la convenció para que rentara un traje y probara bailar en un escenario. Éste fué el inicio de su camino a la fama. Orabi le consiguió que bailara en The Sahara City, una gran carpa no muy lejos de las Pirámides. Éste sitio era realmente conocido por shows de bailadores Sufi, comediantes y acróbatas. Su único problema era que tenía sólo 14 años, por suerte ante los oficiales, ella aparecía como de 16, mínima edad legal para bailarinas profesionales de aquella época.
A los 20, se casó con Ahmed Fouad Hassan, famoso músico y director de orquesta con innumerables contactos en ese campo. A pesar de ser 17 años mayor a ella, le enseñó lo necesario para que asegurara su fama. Gracias a él, Nagwa tuvo la oportunidad de estudiar folklore con profesores rusos en la National Dance Troupe. Ésta influencia le diferenció de muchas otras bailarinas, estaba llena de energía y de originales movimientos propios. Estuvo tan dedicada a la danza, que rechazó tener un bebé con Ahmed, lo que llevó a su divorcio luego de 6 años.
Su primera incursión en la actuación fue en el cine, su primera película en 1957, pero su real suceso fué "Sharei El Hob" (La Calle del Amor). Se hizo amiga de Abdel Halim Hafez, cantante y una estrellas más grandes en Egipto para la época. Nagwa se presentó como bailarina estrella en todas sus presentaciones y su fama siguió creciendo. Formó su propio troupe de 12 bailarines, con los que abría los shows de Abdel Halim, además de hacer giras por los países árabes.
La cúspide de su carrera estaba por llegar: En 1976 Mohamed Abdel-Warab, músico, compuso una pieza especial sólo para ella, llamada Qamar Araba'tachar (Luna Llena), su danza con ésta pieza rompió los límites en el bellydance y llenó de escepticismo y entretenimiento. Confesó tomar influencias Tahia Carioca y Samia Gamal y convertirlas en dramáticas piezas.
Llegó a ser conocida alrededor del mundo, el Secretario de Estado para aquel entonces Henry Kissinger y hasta el propio Presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, siempre pedían verla bailar mientras estaban en Egipto. Durante su carrera actuó en más de 100 películas y bailó en más de 250 oportunidades. Es una de la pocas bailarinas de su generación que no se ha retirado aún.
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